El extendido uso de redes sociales supone que, cada vez en mayor medida, tendemos a leer las noticias que nuestros amigos o contactos comparten con nosotros. Estas noticias se difunden entre un público interesado en ciertas noticias y no en otras con lo que se produce un desequilibrio en el acceso a la información que recibimos en las redes sociales. Esto se ha denominado 'confirmación de nuestros prejuicios' y nos aboca a leer noticias escritas desde el punto de vista con el que nos identificamos y no con el opuesto. Además de provocar una falta de información importante, los filtros de las redes sociales nos alimentan más noticias e informaciones de nuestro interés a fin de que sigamos utilizándolas y hasta cierto punto las adaptan a los públicos que tienen para mantener un número importante de usuarios que poder ofrecerle a las empresas que quieren publicitarse en ellas. Algunos comentaristas han pronosticado el fin del periodismo como lo hemos conocido hasta ahora en favor de una curación de contenidos cada vez más fragmentada con la que las redes sociales fidelizan a sus usuarios.
